jueves, 6 de octubre de 2011


Ella estaba llorando desconsoladamente sentada en aquel balcón, con la misma ropa que llevaba puesta el ultimo día que lo vio, con sus cabellos colocados exactamente en el mismo lugar, el rimel que le caía hasta sus rodillas y sus ojos hinchados de tanto llorar que observaban por la ventana como caía cada gota de lluvia. De pronto el aparece, la mira y queda paralizado, sin saber bien que decir.
-Hola..
-Hola. -un hola muy frió, cortante y entre lágrimas-
-He estado esperando noticias tuyas durante estos últimos dos días, ¿porque no contestaste mis llamados?
-No he tenido ganas de verte, solo eso.
-¿Y así tan fácil me lo decís? ¿que es lo que te sucede?
-¿Quieres saber lo que me sucede?
-Pues si.
-Estoy cansada.
¿Cansada? ¿de que?
-De todo, pero no especial de ti. Estoy cansada de entregar todo y no recibir nada a cambio.
-¿A que te refieres?
-A que yo te amo con cada parte de mi corazón, de mi alma. Sino estas te necesito, te extraño a los segundos de haberte visto, cada vez que peleamos siento que el mundo se cae en mil pedazos y si el día de mañana tuviera que arriesgar mi vida por vos, lo haría sin pensarlo.
-¿No te parece que estas exagerando?
-Lo mismo pensé, pero no. No es una exageración, simplemente es en verdad lo que siento con vos. Siento que soy capaz de entregarte mi vida y vos no darías ni una mínima parte tuya por mi. Es como luchar por algo que no existe todos los días.
-Es que me parece una exageración lo que decís, yo te amo, pero lo tuyo ya es una obsesión.
-Lo mio no es obsesión, es amor.
-No, lo tuyo es una locura. ¿Te has puesto a pensar las cosas que dices? ¿dar tu vida por mi?
- Si, puede ser que sea una locura, pero al fin y al cabo de eso se trata el amor, de locura.

@Texto escrito por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario